Entre veintitrés y veinticuatro
Cubo de cristal después de Hans Haacke, Condensation cube, con agua proveniente de las salidas hidrológicas de los principales acuíferos de la Cuenca del Guadiana: río Pinilla, río Azúer, y ríos Córcoles y Sotuelamos.
Desarrollada en el marco de AIR2018, del Centro Dados Negros, Fundación Pepe Buitrago.
Villanueva de los Infantes, 2018
La Cuenca alta del Guadiana y el Campo de Montiel han conseguido poner en conjunción los conflictos demográficos y los económicos mejor que cualquier otra zona manchega, confinando a un sector poblacional dentro de un contexto que, carente de tejido industrial y dependiente de la agricultura, orbita las condiciones ecológicas y políticas de la explotación del agua, habiendose desencadenado así las repercusiones biopolíticas de los procesos de explotación del campo que caracterizan las zonas internas de La Mancha.
El proyecto parte de la reconstrucción del Cubo de Condensación de Hans Haacke, una pieza fundamental en la práctica de la Institutinal Critique de los años sesenta, en la que la teoría del filósofo y biólogo, Ludwig von Bertalanffy, se materializa para dar cuenta de la relacionalidad existente entre los sistemas vivos. En este caso, se han tomado aguas provenientes de las cuatro salidas hidrológicas del Acuífero nº24, el río Pinilla, el río Azúer, y los ríos Córcoles y Sotuelamos. Encerradas en el cubo, el proceso de evaporación y condensación de las aguas genera un organismo vivo dado de la consideración de la interacción de la población con el agua como una conjunción de dos sistemas abiertos. El ciclo del agua, como un sistema cíclico propio, se relaciona con los ciclos sociopolíticos en torno a la extracción de agua. Juntos forman un sistema común que generan una dependencia a los planes económicos (basado en la demanda de alimentos y el desarrollo tecnológico) y a los procesos climáticos que rellenan los acuíferos.