Las piezas forman parte de una investigación que explora el poder del signo escrito. Vinculadas al contexto de la exposición, se relacionan con un poema de la artista española Manuela Ballester, exiliada en Berlín durante la dictadura franquista. En este poema, titulado «Oración», Ballester dirige sus palabras a Dios no como oyente, sino como lector, creando una conexión transcontextual donde la semiótica se entrelaza con sus marcas éticas en una polisemia del término «oración» (tanto [Gebet] como [Satz] en alemán). Ballester utiliza la naturaleza concreta y constante de la marca escrita para expresar lo opuesto a la permanencia: su oración refleja un deseo de ligereza, transparencia y fragilidad.
Las piezas exploran esta búsqueda de materialidad en la escritura, donde un elemento pesado y permanente como el signo escrito intenta encapsular un deseo etéreo. Un modelo de transmutación de la escritura heredado del Romanticismo, que apenas encuentra cabida en los modelos de escritura contemporáneos comunes, quedando relegado al contexto de la oración y la meditación.
La quimera armada en llamas.
Comisariada por Dafne Tree.
Urban Spree, 2024.